viernes, enero 31, 2014

Parque Ecológico en El Olivar

Danila me muestra con orgullo los cactus que su madre rescató de la construcción de un camino minero en la cuarta región. Están dispuestos formando una cruz sobre un montículo circular de arena. Luego recorremos el parque que ella y las 15 familias asentadas en la loma del final de la calle Las Estrellas cuidan desde hace años.


La señora Lavinia Peña llegó desde Canela Alto con su familia de 9 hijos hace 35 años. Entonces no había más casas y todavía no se construía la Villa Arauco, al otro lado de la quebrada, y había que caminar media hora para tomar micro, mucho más abajo, en Vista Hermosa. Desde entonces la familia fue creciendo y asentándose en el lugar.

El año 2008 comienzan plantar la ladera poniente de la loma, para formar un parque para todos los vecinos. Con esfuerzo y recursos propios, también con apoyo de la Municipalidad y del Jardín Botánico, y finalmente con fondos concursables, han  implementado estanques de riego y cercado el parque. Con el paso de los años, los arbolitos, en su gran mayoría nativos, han crecido cuidados por las manos verdes de Danila, su madre y sus hermanos. Hoy visitan el parque las escuelas del sector, y muchos vecinos.

Es un agrado el paseo por la loma, donde quillayes y quebrachos se van desarrollando con vigor, también se descubren boldos, peumos, taras, canelos, una patagua en flor y un lúcumo silvestre regalado por el Jardín Botánico.

Pero ahora una amenaza se cierne sobre el parque. El año pasado, “Un Techo para Chile” empezó a construir casas en la loma, talando 40 arbolitos del parque, y ocupando parte de éste para instalar viviendas. El reclamo de los vecinos al SERVIU, propietario del terreno, logró detener el avance de casas, pero ya la presión para ocupar el parque con viviendas está instalada. Este tipo de conflicto ambiental es la mayor amenaza para las áreas naturales de la comuna, y un desafío para la planificación y gestión del territorio. 

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viernes, enero 03, 2014

Historia del Servicio de Aseo en Viña del Mar (2): El Vertedero de El Salto

El primer vertedero municipal de Viña del Mar funcionó en la orilla del Estero Viña del Mar, al final del barrio El Salto. Fotografías de la época tomadas por Dn. Julio Lewin, Director del Departamento de Aseo en 1940 muestran de la operación.




Dn. Waldo Ceballos actual Director de Servicios del Ambiente del municipio, señala que en 1969 la Municipalidad  comienza a ocupar un sitio en Lajarilla como depósito de basura, recibiendo camiones recolectores del norte de la comuna. Luego, en 1971 la municipalidad construye una estación de transferencia en la calle Limache, a un costado del vertedero de El Salto, y adquiere tres cajas compactadoras móviles de 59 m3 que pueden cargar el contenido de 5 camiones recolectores (14 m3). Desde ese año, la basura del centro y sur de la comuna, se transfirió desde El Salto al nuevo vertedero de Lajarilla, transportando las cajas con un tractocamión (choco).

Este  vertedero de Lajarilla operó con el sistema de relleno sanitario, ocupando una máquina compactadora de relleno sanitario Trashmaster y un buldózer D6C que también fueron adquiridos en 1971.

Lamentablemente, la máquina Trashmaster quedó rápidamente fuera de uso por falta de repuestos, difíciles de adquirir en esos años, y la operación del relleno fue muy ineficiente, agotando la superficie de relleno original en una década. En 1980, se dejó de ocupar la estación de transferencia de El Salto y todos los camiones recolectores de la comuna se envían directamente a Lajarilla. En ese año también comienza un nuevo relleno ocupando la quebrada aledaña, proyectándose en un inicio ocupar la quebrada a todo lo largo. Sin embargo, luego de algunos años, la Armada reclama la propiedad de la mayor parte de la quebrada, al darse cuenta que el municipio había excedido los límites de su predio. Así continuó la operación hasta 2003, cuando se cierra el vertedero, comenzando el traslado de la basura de Viña del Mar al vertedero municipal de Valparaíso, El Molle.

Cuando en 2001 se construye el Troncal Sur, se excava parte del antiguo vertedero de El Salto, emergiendo los antiguos residuos ya degradados. El contratista rápidamente se deshizo de ellos, sin dar aviso a ninguna autoridad, por lo que se supone que el destino debe haber sido alguno de los rellenos de material de excavación. Posteriormente al construirse la estación de gas (citygate) de GasValpo, al final de la calle Limache, aparecen en los cortes de terreno los residuos del antiguo vertedero, como si fueran capas geológicas. El color del residuo era negro y sin olor, se distinguían pequeños residuos metálicos, medias de nylon, papeles de diario de la época y uno que otro zapato viejo. Todavía pueden verse los residuos bajo la vegetación que ha crecido abundante sobre el talud.