miércoles, mayo 06, 2015

Espacio público: un camino para Viña del Mar.

Viña del Mar no ha estado ajena a la evolución de muchas ciudades con una prioridad en la edificación y la vialidad, con crecientes niveles de segregación. Esta situación ha llegado al punto de generar una reacción social expresada en el rechazo a la edificación en altura que va alterando la estructura de los barrios tradicionales, y en la añoranza de la antigua Ciudad Jardín (que a la vez fue industrial) y que permanece idealizada en la memoria de sus habitantes.
Pero algunos fenómenos urbanos como la nueva vitalidad de “los Ponientes” y del barrio de Recreo surgen como notables contrapuntos a los centros comerciales y las nuevas vías expresas. Justamente un artículo en la prensa nacional de hace unas semanas invita a visitar estos barrios en vez de la tradicional visita a la playa y al mall.
Y qué es lo que se encuentra en estos barrios: una serie de pequeños negocios de artesanías, restoranes, pastelerías, cafés y almacenes de barrio. Las estrechas veredas se ocupan también para instalar las mesas y sillas de los cafés. La gente se queda y se encuentra en el barrio. Hay una revaloración de estos espacios de convivencia y cada metro cuadrado es aprovechado en estos sectores de la ciudad que presentan un déficit en espacio público .
Café Recreo y terraza que ocupa la platabanda en una acera de menos de 4 metros de ancho


Ensanche de la acera en la esquina de 3 Norte y 3 Poniente. Espacio entregado al uso público por el Edificio Samarkanda.


El mejoramiento del espacio público en ciudades densas es una tendencia desarrollada en las últimas décadas especialmente en Europa. El arquitecto barcelonés Jordi Borja en una revisión sobre el espacio público, la ciudad y la ciudadanía señala:
El espacio público tiende fundamentalmente a la mezcla social, hace de su uso un derecho ciudadano de primer orden, así el espacio público debe garantizar en términos de igualdad la apropiación por parte de diferentes colectivos sociales y culturales, de género y de edad.
El derecho al espacio público es en última instancia el derecho a ejercer como ciudadano que tienen todos los que viven y que quieren vivir en las ciudades.
El espacio público define la calidad de la ciudad, porque indica la calidad de vida de la gente y la calidad de la ciudadanía de sus habitantes.

Revertir la tendencia del modo de crecimiento y reencantar a los viñamarinos con su ciudad, entonces va de la mano del mejoramiento del espacio público para la convivencia de sus habitantes.