lunes, abril 25, 2011

Incendios en Viña del Mar y vegetación nativa


Valparaíso y Viña del Mar conforman el área de mayor riesgo de incendios forestales con compromiso de viviendas del país, dadas sus condiciones geográficas, climáticas y de emplazamiento urbano. Profundas quebradas que actúan como chimeneas, una prolongada época seca, los vientos, la presencia de basurales y la cercanía de casas a las áreas de riesgo conforman el escenario en le que la acción humana, ya sea por descuido o de forma conciente, es siempre la detonante de los incendios.

La memoria histórica de la ciudad guarda el efecto más devastador de los incendios forestales: el Gran Incendio de Gómez Carreño en 1968. El fuego se inició en la tarde del domingo 26 de enero, cuando aseadores del Valparaíso Sporting Club quemaban los desperdicios al final del Derby, y el viento se lleva papeles encendidos hacia árboles y pastizales del sector de Granadilla. El incendio no se logra controlar en la noche, y al día siguiente, ayudado por las condiciones de viento y calor, el fuego avanza a la población Gómez Carreño arrasando 142 viviendas y colocando en peligro el polvorín de la Armada en el Fundo Naval de Las Salinas. El incendio de Gómez Carreño marca una época, y como respuesta se crean las Brigadas Forestales.

El pasado domingo 17 de abril un gran incendio de consumió gran parte de los bosques de la Quinta Vergara, conformados en su mayor parte por especies exóticas, y poniendo en riesgo a las casas vecinas y a los asistentes a un evento en el escenario de la Quinta.

No se puede bajar al guardia frente a este peligro, la gran cantidad de malezas y ramas secas y la presencia de basurales permitan una rápida expansión de los incendios. Permanente es la solicitud al Municipio de vecinos de los sectores de riesgo por servicios de mantención de cortafuegos, desmalezado y erradicación de basurales. Estas áreas de mayor riesgo coinciden también con aquellas donde se ha perdido la vegetación nativa, y ha sido reemplazada por malezas y vegetación exótica.

La vegetación nativa presenta además una notable adaptación a los incendios. Desde sus raíces surgen con renovado vigor ramas y hojas, que permiten recuperar la cobertura vegetal en pocas semanas. Otras especies sobreviven al incendio por sus gruesos tallos, como las palmas y los chaguales.

Junto con su resistencia a la sequía, esta resistencia a los incendios semejante a la mitológica ave fénix, es un motivo más para mantener las formaciones de vegetación nativa en las áreas naturales que rodean la ciudad.


brotes de quila (Chusquea cumingii) y litre (Litraea caustica)
chagual quemado (Puya chilensis)

3 comentarios:

Pablo L. dijo...

Lo más lamentable es que nunca he visto un castigo ejemplar a los responsables de provocar estos incendios, lo más indignante es que verano tras verano sucede lo mismo...
un slaudo y muy bueno el blog.

Anónimo dijo...

Dos cosas:
1.-El problema es identificar a los responsables.
2.- La naturaleza es muy sabia, como dice Claudio, la vegetación nativa es la mejor para adaptarse a su ambiente, ya que se desarrolló y prosperó en él, sobreviviendo a los incendios naturales que había antes de la llegada de los españoles.
Verónica

Edgardo Fagerström dijo...

Concuerdo con Pablo, respecto que año tras año es lo mismo, parece que no hay nadie a cargo de cautelar las areas verdes y parques, no hay presupuesto ni responsables, esto es lo mismo que pasa con los perros vagos. "Nadie" es responsable,vote por "Nadie"," "Nadie" piensa en Ud.