lunes, julio 21, 2014

Incendio de Valparaíso: una propuesta para el manejo de la vegetación.

Frente al problema de pérdida de vegetación por incendios, muchas veces se implementan programas masivos de reforestación con malos resultados. Para determinar una mejor alternativa para proteger las laderas quemadas de Valparaíso, realizamos con Patricio Novoa (ingeniero forestal del Jardín Botánico) y Gabriel Urquiza (bombero) una visita a terreno revisando algunos sectores donde el incendio arrasó la vegetación. El recorrido comenzó en la Quebrada de Jaime, que divide los cerros La Cruz y el Monjas, y luego continuó por la parte alta de Cerro Monjas, hasta alcanzar el Camino La Pólvora. La imagen de abajo muestra el área del recorrido.

En el sector al pie de la abrupta ladera quemada del cerro La Cruz (puntos 1 a 4 de la imagen) las laderas quedaron desnudas de vegetación y evidenciando cortes verticales en el cerro practicados para la instalación de viviendas. A media ladera se observaban los restos de plataformas para mediaguas construidas con neumáticos. Antes del incendio los neumáticos estaban expuestos (sin cobertura), y luego, durante el incendio, ardieron toda la noche, mucho después de haberse consumido la casa que soportaban. La vegetación sobreviviente más importante corresponde a la corrida de eucaliptos al costado del eje de la quebrada, que persiste en forma de tocones y varas quemadas. En el fondo de quebrada rebrotaban las matas de palqui (arbusto). En la ladera quedaban ejemplares quemados de boldo y lilén.
Tocones de eucaliptos y contención de neumáticos quemados. Ladera poniente Cerro La Cruz.

Ladera poniente Cerro La Cruz.
El recorrido por la parte alta del Cerro Monjas, permitió observar la panorámica del sector quemado del Cerro La Cruz y la vegetación arrasada. También se observó el límite del incendio en un sector de vegetación nativa que no alcanzó a quemarse (tal vez por la menor biomasa e inflamabilidad respecto al bosque de eucaliptos) y el uso de docas en contención de laderas.
Casas del Cerro La Cruz quemadas y en reconstrucción.

Sector de matorral nativo quemado y sin quemar.                          Docas para contención de taludes.                    
Como conclusión de la visita a terreno, queda que el manejo de las cuencas desde el punto de vista vegetacional es fundamental para evitar los incendios por una parte y la erosión por otra. La presencia de bosque de eucalipto que entrega una gran biomasa combustible es una amenaza a las poblaciones de los cerros porteños. El asentamiento en laderas abruptas, las dificultades de acceso y ausencia de infraestructura de control de incendios, completan la ecuación de riesgo. Por otra parte, las laderas que quedaron desprovistas de vegetación han quedado susceptibles a la erosión y desmoronamiento por acción de la lluvia, generando riesgos de inundación y derrumbes sobre la población.

Las siguientes recomendaciones deberían tenerse en cuenta para el manejo de la vegetación de la cuenca de la quebrada de Jaime, y de todas las quebradas de Valparaíso y Viña del Mar en general.
  • Reemplazo de los eucaliptos por bosque nativo, de menor biomasa (combustible).
  • Protección de taludes y laderas abruptas con docas y otros cubresuelos y arbustos.
  • Eliminación de tocones de eucaliptos quemados con tala permanente. Los eucaliptos de deben eliminar cortándolos y eliminando periódicamente los rebrotes hasta el agotamiento de la capacidad de regeneración del tocón. Es la forma mas barata, pues la extracción de los tocones con maquinaria pesada es muy cara y la aplicación de herbicidas es ambientalmente nociva y no hay garantía que funcione 100% en el caso de eucaliptos.
  • Cuidado de árboles nativos sobrevivientes al incendio.
  • Los muros de contención de neumáticos no deben estar expuestos. Tampoco deben ocuparse bajo las viviendas. Deben ser cubiertos por tierra y docas.

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