La vereda con árboles y las platabandas con pasto, flores, u
otras hierbas y arbustos, hacen agradable la caminata por Viña, especialmente
en los días soleados del verano.
Hay que agradecer a los vecinos que colaboran manteniendo el
verdor y el aseo de las veredas, o que se preocupan del árbol que le toca
frente a sus viviendas. Es un acto de sana convivencia, que va más allá del
cumplimiento de una ordenanza municipal de ornato, es un regalo que hace
agradable la vida en la ciudad.
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Plabanda con flores en la vereda del Colegio Lourdes, en la esquina de Merced Oriente con San Pablo de la Cruz |
2 comentarios:
Que belleza de fotogradfías y que buen trabajo comunitario. Alegra el alma cuando personas de bien muestran lo bueno que podemos construir los seres humanos con cosas simples respetando y amando la naturaleza
Sì es un regalo. Un gran regalo que nos hacemos todos y entre todos. Pequeños esfuerzos individuales que redundan en un bien mayor; vivir en comunidad. Oh, ciudadanìa!
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